Mi encuentro con Marilou (Jean Becker, 2.012)
Taillandier (Patrick Chesnais) es un conocido pintor de más de sesenta años. Sin embargo, a pesar de su éxito, decide dejar de pintar. Presa de la depresión, se va de casa sin dar una explicación a su familia y empieza a viajar. Durante su periplo conoce a una adolescente, Marilou (Jeanne Lambert), a la que su madre ha rechazado y que se siente perdida. La joven y el hombre que no puede más deciden pasar un tiempo juntos. Acaban viviendo como padre e hija en la paz y tranquilidad de una casa alquilada, ayudándose mutuamente, hasta que sus vidas vuelven a cobrar sentido.
Calificación: 5,613.
Ficha:
Título Original: Bienvenue parmi nous.
Director: Jean Becker.
Guionistas: Jean Becker, François d'Epenoux.
Intérpretes: Patrick Chesnais, Jeanne Lambert, Ludovic Berthillot, Marc Fayet, Marie-Sophie Ferdane, Miou-Miou, Thomas Séraphine, Jessy Ugolyn, Jacques Weber, Xavier Gallais, Raphaëline Goupilleau, Didier Bénureau, Julien Barbier, Urbain Cancelier, Amaury Baudoin, Martine Borg, Amandine Chauveau, Jacques Develay, Christophe Dias-Valerio.
Productor: Louis Becker.
Fotografía: Arthur Cloquet.
Música:
Montaje: Franck Nakache, Jacques Witta.
Diseño de Producción: Thérèse Ripaud.
Diseño de Vestuario: Annie Perier Bertaux.
País: Francia.
Lugares de Rodaje:
Fechas de Rodaje:
Año: 2.012.
Duración: 90 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Drama.
Estreno: 21-06-2.013.
Distribuidora: Golem Distribución, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Crítica:
24-06-2.013 – JOSU EGUREN
La musa salvaje
De vez en cuando, apetece dejarse mecer por una comedia amable de perfil bajo. La receta es un clásico, aunque el veterano Jean Becker ("Mis tardes con Margueritte", "Conversaciones con mi jardinero") lleva años trabajando en sofisticar un modelo especialmente recomendado para aquellas edades del espíritu que aspiran a una sesión de cine sin sobresaltos. Como una taza de caldo, caliente, melosa y ligera de tropezones, cocinada a fuego lento por un director acomodado en una discreción narrativa que cede todo el protagonismo al talento de los intérpretes.
Imposible imaginar "Mi encuentro con Marilou" sin el concurso de un Patrick Chesnais cómico, melancólico, un punto quijotesco y siempre extraordinario. Chesnais es el viejo Taillandier, un pintor de fama y fortuna sumido en una crisis de razones inexplicables atado por el azar a una adolescente problemática. El pintor excéntrico y la musa salvaje, una extraña pareja que da pie para que Becker exorcize pasajes de su memoria autobiográfica enmascarándolos en la adaptación de la novela homónima de Eric Holder. "Mi encuentro con Marilou" es rutina, simple, cálida y sin aspavientos, una comedia de sobremesa en la que Becker matiza los accesos dramáticos mediante una puesta en escena que abusa de las elipsis reparadoras. Por eso son tan llamativas las maniobras escapistas de Becker, que se refugia una y otra vez en el corte neto cuando el esquematismo de la novela le impide avanzar con facilidad.
Apenas dos o tres diálogos conflictivos, siempre resueltos en favor del autor, y un par de secuencias durísimas en las que toda la crudeza queda suspendida en un éter de incredulidad. "Mi encuentro con Marilou" es excesivamente afectuosa con su público objetivo, pero no vamos a reprocharselo, porque presume de virtudes que sólo sabrán reconocer los espectadores que huyan de esos estruendos apocalípticos tan caros a los blockbusters veraniegos.